De como un amigo me ayudó a entender el verdadero significado de la Navidad
Un buen amigo a quien quiero muchísimo me criticó hace una semana porque le dije que quería poner un árbol de navidad en mi apartamento. Desarrollé 20 teorías diferentes para convencerlo de que era porque me gustaba el olor a pino y que las luces se iban a ver bonitas. Le mentí diciéndole que me aseguraría de poner un nacimiento en la parte de abajo del árbol para preservar el verdadero significado de la navidad.…en fin que estuve sacando mil excusas de la manga para que me diera su visto bueno. Pero después de tanto trabajo, con tono calmando y voz tenue me dijo: “Andrea, poner el árbol de Navidad es un invento americano”. Mi corazón quedó destrozado justo en ese momento. Lo peor de todo es que sé que mi compa tiene la razón. Repasé mentalmente todas la veces que mi madre nos llevaba a mi y a mis hermanas a comprar el arbolito. Se aseguraba de que estuviera fresco, verde y oloroso. Ver a Mama (como verán no uso el tradicional Mami) regatear con los tipos de los muelles era una joya! Le salía lo de Bayamón y ella es de Rio Piedras. La búsqueda del arbolito se convertía en una aventura que esperaba todos los años. Después de comprarlo, lo decorábamos todos juntos mientras mi viejo tocaba guitarra o entraba y salía de la sala dando instrucciones de cómo poner las guirnaldas.(Papa siempre da instrucciones en casa y nosotras siempre lo escuchamos, asintiendo con la cabeza pero terminamos haciendo lo que Mama dice).
Recuerdo con cariño las navidades del 1994 cuando Mama puso la música de Silvio Rodríguez mientras lo decorábamos como queriéndose asegurar que mi hermana y yo no nos volviéramos muy americanitas.
Así que como ya se imaginan mimbrosos, aquí estoy varios años mas tarde cuestionándome si quiero seguir con la tradición familiar. Los árboles están bien caros. Tener uno en navidad se ha convertido en un lujo. Peor aún, en estos días estuve en las tiendas y observé con detenimiento como ha desaparecido poco a poco lo que suelo llamar la Navidad Boricua. En las tiendas no hay reyes, ni pesebres, ni jíbaros. Han sido sustituidos poco a poco por la nieve, los muñecos de jengibre y el gordo barrigón ese que baja por la chimenea apesar de su problema de peso. Total para que? Cuál es la enseñanza detrás de todo esto? El tipo está tan sobrepeso que no cabe ya por la chimenea y no se porqué no le ha dado ningún ataque del corazón. Demás está decirles que se lleva el crédito por la confección de los juguetes, cuando esa es la ardua labor de los duendes. El tipo los tiene como esclavos todo el año y ni les da una trillita en el trineo de recompensa! Santa tiene un sweatshop! Los reyes jamás harían eso, porque son de Juana Díaz y tienen valores buenos. Que otros tres individuos se encargan de alimentar a los camellos y darles agua en TODAS las casa a las que visitan? Son unos tipazos!
Estoy confundida. No sé si compraré un árbol en Navidad. Estoy segura de que si lo hago, el olor a pino en mi casa será maravilloso y que cuando lo ponga estaré pensando en mi infancia. Pero por otro lado, mi amigo es muy sabio. El árbol es un invento americano y en mi casa mi perro y yo soñamos con los reyes y no queremos los problemas de colesterol de Santa en nuestras vidas.