Las prostitutas son sabias
“a Bronco Napoleón quién me habló de putas en una tarde lluviosa”
Un amigo me cuenta que regresaron las prostitutas a la Avenida Ponce de León. Me lo dijo una tarde con un tono de preocupación genuino. Reaccioné bien ante la noticia pues con esto del nuevo impuesto por consumo en la isla, no me extraña que la gente se haya quedado sin dinero y se hayan lanzado a la calle a considerar otros trabajos. Mi compa usó frases como “falta de patrullaje” para señalar la causa de la reaparición de la putas en la famosa avenida y llegamos juntos a la conclusión de que “la nueva generación de putas” es un problema serio que necesita investigarse con detenimiento. La cosa es que la mayoría de estas putas son varones. Para la gente que lee esta columna y necesita un mapita con esto quiero decir “que se ven como mujeres, pero tienen penes debajo de las faldas”. Que quede claro que no lo digo en tono de burla porque siempre he admirado la destreza de un hombre que se vende en la calle en esconderse su individuo mientras se pone unos hotpants y camino en tacos. Si me das unos hotpants y unos tacos altos, les juro que no caminaría con la misma gracia que ellos.
Pero mimbrosos, en efecto, las putas han vuelto a la Ponce de León y las malas lenguas señalan que es para quedarse.
Reitero mi hipótesis de que es por la falta de ingresos adicionales. Y si bien es cierto que las putas tienen problemas económicos y por eso terminan en la calle, su dilema no es lejano al resto de la humanidad. Hace dos días acompañé a una amiga a llevar unos papeles al banco para la compra de su primera propiedad. Entre las filas de espera, el calor de la tarde y las veinte diligencias por hacer trascurrieron las horas. Mi amiga parecía una de esas actrices en las películas de Almodóvar que gritan histéricas todo el tiempo durante la trama. Cuando la vendedora de hipotecas le pidió que aportara mas dinero (que en jerga bancaria le llaman tirarte los numeritos) la cara de mi amiga cambió de color. Su rostro fue de color carne a rojo en segundos y fue allí sentada a su lado y sosteniendo su mano donde desarrollé mi teoría de la poca falta de ingreso extra.
Sé que sonará fuerte pero que quede claro que no lo hago en ánimo de ofender a nadie. Solo pretendo comparar a las mujeres solteras trabajadoras con prostitutas SOLO en el aspecto económico. Habiendo dicho esto mimbrosos, y cruzando los dedos y agarrando mi escapulario para que no lo tomen como no es…las mujeres independientes, trabajadoras y solteras son como prostitutas desesperadas que tenemos(y si, me estoy incluyendo) buscar ingresos adicionales para pagar nuestras cuentas. La vida en pareja(cualquier tipo de pareja) es económicamente mas fácil. Se que dirán que con dos, hay mas cuentas a pagar, pero recuerden que estamos contando dos salarios.
Cuando mi amigo me llamó esta tarde y me dijo “Andrea, las putas reaparecieron entre las paradas 15 y 18” al principio no lo podía creer. En ningún momento dudé en sus fuentes de información. Me dije “si las putas regresaron, definitivamente hay crisis económica”. Por un segundo recordé el tantrum de mi amiga en el banco ese día. Pensé “a la verdad que las prostitutas están tres pasos antes que el resto de los mortales”.
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