El Mimbre Despeinado

El sillón tiene algo que te pica. Cuando lo miras es un pelo de mimbre que se niega a volver a su sitio. No es rebeldía, es familia del plástico del sofá. El mimbre despeinado está fuera de lugar.

miércoles, noviembre 29, 2006

De como un amigo me ayudó a entender el verdadero significado de la Navidad

Un buen amigo a quien quiero muchísimo me criticó hace una semana porque le dije que quería poner un árbol de navidad en mi apartamento. Desarrollé 20 teorías diferentes para convencerlo de que era porque me gustaba el olor a pino y que las luces se iban a ver bonitas. Le mentí diciéndole que me aseguraría de poner un nacimiento en la parte de abajo del árbol para preservar el verdadero significado de la navidad.…en fin que estuve sacando mil excusas de la manga para que me diera su visto bueno. Pero después de tanto trabajo, con tono calmando y voz tenue me dijo: “Andrea, poner el árbol de Navidad es un invento americano”. Mi corazón quedó destrozado justo en ese momento. Lo peor de todo es que sé que mi compa tiene la razón. Repasé mentalmente todas la veces que mi madre nos llevaba a mi y a mis hermanas a comprar el arbolito. Se aseguraba de que estuviera fresco, verde y oloroso. Ver a Mama (como verán no uso el tradicional Mami) regatear con los tipos de los muelles era una joya! Le salía lo de Bayamón y ella es de Rio Piedras. La búsqueda del arbolito se convertía en una aventura que esperaba todos los años. Después de comprarlo, lo decorábamos todos juntos mientras mi viejo tocaba guitarra o entraba y salía de la sala dando instrucciones de cómo poner las guirnaldas.(Papa siempre da instrucciones en casa y nosotras siempre lo escuchamos, asintiendo con la cabeza pero terminamos haciendo lo que Mama dice).
Recuerdo con cariño las navidades del 1994 cuando Mama puso la música de Silvio Rodríguez mientras lo decorábamos como queriéndose asegurar que mi hermana y yo no nos volviéramos muy americanitas.
Así que como ya se imaginan mimbrosos, aquí estoy varios años mas tarde cuestionándome si quiero seguir con la tradición familiar. Los árboles están bien caros. Tener uno en navidad se ha convertido en un lujo. Peor aún, en estos días estuve en las tiendas y observé con detenimiento como ha desaparecido poco a poco lo que suelo llamar la Navidad Boricua. En las tiendas no hay reyes, ni pesebres, ni jíbaros. Han sido sustituidos poco a poco por la nieve, los muñecos de jengibre y el gordo barrigón ese que baja por la chimenea apesar de su problema de peso. Total para que? Cuál es la enseñanza detrás de todo esto? El tipo está tan sobrepeso que no cabe ya por la chimenea y no se porqué no le ha dado ningún ataque del corazón. Demás está decirles que se lleva el crédito por la confección de los juguetes, cuando esa es la ardua labor de los duendes. El tipo los tiene como esclavos todo el año y ni les da una trillita en el trineo de recompensa! Santa tiene un sweatshop! Los reyes jamás harían eso, porque son de Juana Díaz y tienen valores buenos. Que otros tres individuos se encargan de alimentar a los camellos y darles agua en TODAS las casa a las que visitan? Son unos tipazos!
Estoy confundida. No sé si compraré un árbol en Navidad. Estoy segura de que si lo hago, el olor a pino en mi casa será maravilloso y que cuando lo ponga estaré pensando en mi infancia. Pero por otro lado, mi amigo es muy sabio. El árbol es un invento americano y en mi casa mi perro y yo soñamos con los reyes y no queremos los problemas de colesterol de Santa en nuestras vidas.

8 Comments:

At 8:38 a.m., Blogger na said...

Saludos. Realmente el árbol es más antiguo que los gringos, se dice que para el 1500 y tantos en Latvia ya se decoraban árboles. Que nos llegó vía la influencia de la metrópoli no se puede negar. Que la navidad se ha vuelto, un mercado de símbolos importados, no te lo puedo negar. Lo bueno que gente como tu da cuenta de que hay otros símbolos que no están necesariamente en el hit parade de Casa Febu. Unos que nos representan mejor, que nos identifican mejor. En mi casa hay un pino para complacer principalmente a mi venezolana, ¿que cosas no?. Eso si, hay dos pesebres, decorados por un servidor, ah! y los Reyes a mi casa llegan a caballo.

 
At 11:09 a.m., Anonymous Anónimo said...

si me preguntaran a mi, pues el arbolito esta totalmente descartado, y que quede claro que tambien en mi infancia lo que ponia mi vieja, era el arbolito de navidad (claro el artificial) ya que no habia plata, pa uno de eso de ricos olores, olores que no son de mi patria pero... nada solo basta con darse un paseito por nuestros campos y veran las diferentes manera de adornar, al estilo puertorriqueno si claro, habran algunos pinos (gringos) o canadienses, pero me inclino mas por un pesebre, ya que representa mas lo que es la navidad y sobre todo la navidad jibara, que la estamos dejando atras, por eso del comercio, y todo esa mie$@!!!! ademas la inclusion de los tres reyes magos le da un toque mas humano y tal vez mas religioso (para lo que los son). andrea noto en tu columna un poco de duda, siempre al frente tu puertorriquenidad y luego lo otro, creo que debes hacerle caso a tu amigo. nada con eso los dejos y hasta la proxima.

 
At 11:42 a.m., Blogger Awilda I. Castro Suárez said...

Si quieres que la casa huela a pino, ve a Pep Boys y comprate un pinito de olor y muerto el pollo. Yo que vivo en Gringolandia he decidido no poner árbol. No voy a fomentar que corten árboles, aunque sean los cucuruchos para que la gente lo exhiba en sus casas. Es como cortarle la cabeza a un humano para ponerle bombillitas. Eso sí, yo voy a poner bombillitas en la ventana de la sala. Así la gata maligna aprende el "crismas-espirit"

 
At 8:09 a.m., Blogger Yolanda Arroyo Pizarro said...

Eres de lo mejor! Gracias por la grata lectura.

 
At 5:27 p.m., Anonymous Anónimo said...

Andrea. Mira, si tu disyuntiva circula únicamente alrededor del significado gringo del árbol creo que tu madre te resolvió hace años la duda que te agobia hoy. En tu pasaje mencionas que en una ocasión mientras tu hermana y tu decoraban el árbol, tu madre, procurando que ninguna de sus hijas saliera muy "americanita" puso un disco de Silvio, cosa de enviarles el mensaje subliminal. Si tu madre, preocupada porque te desviaras al lado oscuro, año tras año compraba un árbol entonces para ella no era ninguna contradicción mantener los valores de aquí y comprar el arbolito de allá, o de donde venga. No te contradices comprando el arbolito así que si mantener la tradición familiar te hace feliz, compra el arbolito y tómale una foto.
Oye, ¿crees que un ateo debe colocar un pesebre debajo del árbol?

 
At 12:58 a.m., Anonymous Anónimo said...

gente esta chevere lo de las canciones del silvio y todo esa cuestion, pero que de las canciones de aqui...el no respaldar nuestra musica, ya sea bomba, plena, trova y escuchar otra musica, que no sea de aqui (ya sea cubana, dominicana etc.) y no critico el expandir el horizonte musical, pero veo que es como rechazar su patria y decir bienvenida a lascultura gringa na' mas es similar, y claro que te contradices al comprar un "arbolito gringo" lo unico que tenemos de similar a los estadounidense es que compartimos el continente americano.

 
At 7:36 p.m., Anonymous Anónimo said...

muy buen escrito pero...¿hablan de los penes en algun momento esas vaginas?

 
At 5:28 p.m., Anonymous Anónimo said...

Querida Andreíta:
Si me hubieras preguntado te hubiese evitado esa confusión. La costumbre de adornar los árboles de navidad llegó a España en el siglo XIX, la tradición surge a partir de una historia de amor. El rey Alfonso XII acababa de enviudar de su prima, la infanta María Mercedes de Orleans, con quien se había casado en enero de 1878. Pero cuatro meses más tarde, ni presto ni peresoso, casó el rey con la austriaca, María Cristina de Habsburgo y Lorena; ésta quiso alegrarle el espíritu a su esposo iniciando en el Palacio Madrileño la tradición germánica del árbol de navidad. Rápidamente la aristocracia madrileña se contagió con la costumbre germánica y en las posesiones de ultramar también comenzaron con esa hermosa tradición.
Aquí en nuestra Isla se acostumbraba a poner el arbolito de navidad mucho antes de que los bárbaros nos invadieran en 1898.
Claro, muchos alza colas y lame párpados no se cansan de señalar que aquí todo lo trajeron los americanos, pero querida nieta, esa tradición nos llegó de España, esa es la verdad.

Ahora un consejo de este abuelo viejo: todo lo bueno y lo que ennoblece lo debemos preservar, no importa lo hayan inventado los alemanes, los franceses, los americanos y hasta los bayamoneces; todo aquello que nos vulgariza y nos rebaja, lo debemos descartar, por eso me emociona tanto esa imagen de los Reyes Magos con los machetes alzados en sus manos mágicas.

Monta tu arbolito, con sus campanitas y rememora aquellos tiempos idos en que tu madre dirigía la empresa tradicional y mi hijo les cantaba villancicos. Al fin de cuentas esa es la vida: una historia que se oculta tras una costumbre y que vuelve a revivirse cuando la ejercemos nuevamente. ¡Feliz Navidad!

Tu abuelo, el viejo Rompefuentes

PD: Por cierto, ¿Quién es Silvio Rodríguez?

 

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