El Mimbre Despeinado

El sillón tiene algo que te pica. Cuando lo miras es un pelo de mimbre que se niega a volver a su sitio. No es rebeldía, es familia del plástico del sofá. El mimbre despeinado está fuera de lugar.

viernes, diciembre 29, 2006

Una obra literaria abierta a lo incontable


"Perdona que no diga tu nombre, amor, tanta cárcel afuera me enmudece"
Rosalba López, 2006

Por las calles de la Avenida Florida en Buenos Aires en un viaje de negocios hace ya varios meses atrás, recorrí veinte librerías en busca de regalos para mis amigos. Y en el fondo de una de las tiendas, en un estante olvidado lleno de polvo y telarañas encontré esta Antología de poesía llamada “Opus Totus”.

Con mucha intriga e impactada por sus bellas fotografías, abrí sus páginas ya un poco maltrechas por el tiempo. Me senté en el piso y leí lentamente. Cada verso era un regalo. Fascinada por los relatos de estas mujeres puertorriqueñas decidí comprar el libro y por meses lo he mantenido en secreto en lo que lo devoraba con fascinación. Parece que ya conozco a Carmen, Beba, Elvira y sobretodo a Rosalba. Los cuentos de estas cuatro mujeres se nutren por una amistad de años que parece que trascienden las fronteras geográficas.
"Opus Totus" es sin duda alguna una joya literaria como pocas. Pretende describir con fuertes e interesantes adjetivos un mundo lésbico definido por el amor, la belleza corporal , la rebeldía y el rechazo absoluto a la opresión. “Opus”es la ventana al mundo homosexual y una que todo heterosexual debe abrir.
Mimbrosos, les invito a buscar “Opus Totus”. No se donde se encuentren mas copias. Tendrán que recorrer las librerías de los cascos urbanos hasta hallar este tesoro. Les incluyo la copia de la portada. Espero que tengan éxito en su búsqueda.

domingo, diciembre 17, 2006

Esto es una historia que hay que publicar

Nunca cocino, no es un gran secreto. Todos mis amigos cercanos y mis familiares saben lo mucho que detesto preparar comida. Cocinar por horas para mi, se convierte en un martirio enorme. Debe ser porque la mayoría de las veces empiezo a cocinar muy tarde cuando ya las tripas me carcomen por dentro y mientras corto la cebolla, los vegetales, marino la carne mis manos van probando cada uno de los ingredientes una y otra vez causando que en vez de consumir 1,200 calorías diarias, termine metiéndome 3,200...así que prefiero no cocinar para no comer de más.
Yo siempre soy la que en la fiestas estoy fregando las trasteras, y destapando las tuberías de los fregaderos cuando se llenan de comida. El drano “super power” y yo somos como novios de escuela intermedia (siempre estamos pegaditos y lo sé manipular a la perfección para que destape la tubería en media hora). Por años he asumido otras responsabilidades en la casa para que nadie detecte que no puedo cocinar o peor aún, que detesto cocinar.
Es ridículo el miedo que le tengo a la cocina porque en mi familia hay una larga tradición de excelentes cocineros. Gracias a Dios, mis hermanas heredaron los dotes culinarios de nuestros viejos, porque así le aseguro a mi hijo y mis sobrinos que la tradición de “cocinar bien” no morirá en mi y que en el futuro estarán alimentados de otras cosas que no sean cereales y sandwiches.
Hace casi dos meses comencé a aventurarme en la cocina. Me dije a mi misma: “Andrea, si todos pueden aprender, tu también puedes…a meterle mano a al asunto!!!” Total, después de todo, para que tengo una cocina tan grande? Con entusiasmo de rookie fui al colmado a comprar ingredientes que jamás había cocinado. Compré berenjena para intentar hacer una lasaña. Compré salsas que no sé ni como se pronuncian. Esa tarde hice un revolú de olores en mi cocina, que hasta confundí el olfato de mi perro Manolo. Allí no se sabía que demonios era lo que estaba preparando.
Confieso, queridos mimbrosos, que me metí esa tarde en la cocina con una sonrisa enorme porque por primera vez en mucho tiempo tengo alguien para quien cocinar. Usualmente nos paramos juntos en mi cocina, botella de vino en mano y nos sonreímos con complicidad como si nos conociéramos de toda una vida. Hacemos chistes y nos contamos lo que nos pasó en el día. Hay música puesta casi todo el tiempo…de la que me gusta….y mientras voy midiendo el fuego, echando ingredientes en la cacerola como una demente…me doy cuenta que la estar así, casi a diario, es un regalo maravilloso. Es nuestro ratito. Un tiempo genuino para compartir. Es verdad lo que dicen por ahí…el amor entra por la cocina. Espero que no sean en la mía, pues confieso que a la hora de cocinar todavía soy una rookie.
Ya me lo dijo Antonia hace varios meses atrás antes de que partiera al exilio: “no puedes mantenerte con el pollito enlatado 99.9% fat free, hay que comer otras cosas…”. Cuando Antonia llegue mañana la sorprenderé con una lasaña de berenjena. Ya me imagino su cara de emoción al ver mis nuevos dotes de cocinera. Sé que se sentirá orgullosa. Y cuando decida cocinarle, como hago casi ya a diario, le daré a ella el pote de Drano para que destape el fregadero mientras cocino. Sé que lo hará bien…pero nunca como yo.

sábado, diciembre 16, 2006

El chino



Desde la primera vez que lo vi no pude quitarle los ojos de encima. Ya casi se está acabando el semestre y todavía de alguna manera extraña el chino me seduce. No, no hablo del seducir con connotaciones sexuales, sino del significado de seducir que se refiere a que una cosa te atrae de manera desproporcionada. Y no, no me refiero al atraer que se refiere a algo que te atrae porque te gusta. Aunque si, si me gusta, me gusta como me gustaba mirar los trasvestis de la 15 desde el carro a los diez años cuando salíamos de comer y le pedía a mis padres que me llevaran por Santurce para ver las putas. Mis padres me complacían. Pedía pasar por la calle varias veces, asegurarme que las veía a todas. 17 años después me pregunto por qué mis padres me complacían. Qué tipo de padres complacen a una niña que les pide ver putas? Qué tipo de niña pide ver putas? Pero de eso no se trata. Lo de las putas era porque cuando miro al chino este tengo una experiencia similar a la que tenía cuano veía las putas. Me parece fascinante, de poder me metería en su cuarto como mujer invisible a ver que hace cuando está solo.
El chino siempre come solo. En la cafeteria las mesas son enormes y generalmente aunque no quieras terminas comiendo con alguien y hablando de cualquier cosa con un extraño. Pero al chino nunca lo he visto hablando con nadie. En la mañana por lo general desayuna una dona o algún otro tipo de pastry dulce, un té y un trozo de cantaloupe y un vasito de jugo de china. Digo vasito, porque los vasos de la cafetería son particularmente pequeños y todos cogemos de dos a tres con nuestra comida. El chino no. El chino tampoco llena su bandeja de comida solo porque puede. Contrario a todos los demás al chino no lo tienta la posibilidad de coger cuanta comida le quepa en la bandeja. Contrario a mi el chino no tiene que dejar su wallet en una mesa mientras otra persona lo "vela" para que le quepa todo en la bandeja.
Cuando se sienta a comer acomoda la bandeja frente a él en perfecta linea paralela con la mesa. Organiza las cosas de la bandeja una a una y procede a comer. Come en bocados pequeños, observa la comida como si fuera la primera vez que ve cosa semejante. Mira cada bocadao antes de meterselo a laboca. Pero no mira con curiosidad, mira complacido. Esa es otra cosa del chino, aunque está solo siempre tiene una sonrisa pequeña en la cara. A veces (pocas) cuando soy particularmente productiva y organizada siento que tengo esa sonrisa. Es la sonrisa de complacencia y de paz de saber que has hecho lo mejor que puedes.
Le da un mordizco a su dona y la vuelve a poner en el plato. Entonces se toma un sorbo pequeño de su jugo.Sigue sonriendo. A todo esto el chino no mira para el frente, está concentrado en lo que hace, aunque sonríe.
Siempre tiene la camisa metida dentro del pantálón y una colección de plumas en el bolsillo de su camisa. Siempre anda planchadito y con correa. Se nota que se coge la universidad bien en serio. Como debe ser.
Un día estuve a punto de sentarme con el. Como siempre está solo pensé que de una ve podría matar la curiosidad. De que habla este chino? Sin embargo no lo hice. Pensé en otras veces en que me he sentado con "los desafortunados" y termino arrepintiéndome. Todas las noche en la cafeteria viene un viejito como de 90 años a comer, una vez me senté con el. A duras penas terminé mi comida, tenía mnuchas ganas de llorar. El viejo estaba tan contento de hablar conmigo. Juré no volverme a sentar con el, ahora lo evito. Soy muy mala persona, también soy sumamente impresionable.
Hace unos días el chino hablaba con una china. Aproveché y me les senté cerca. Para mi suerte hablaban en inglés. Ella era igual o más flaca que él. Hablaban de clases. No entendí bien. Pero los miré comer. Ella era igual de organizada que él. Se me sentó un conocido al lado que insistía en hablarme, tuve que parar de mirar al chino porque el conocido se dio cuenta de que no le estaba prestando mucha antención. Y debo admitir, que el conocido es my guapo. Así es el poder de seducción del chino.
Lo más que me llama la atención del chino es lo organizada que parece ser su vida. Admás de lo poco que parece importarle lo desorganizada que puede ser la vida de los demás. Debe ser sumamente productivo, y eso es algo que me gustaría saber como se logra.
De camino de dejarle un abrigo a una amiga vi al chino saliendo de su cuarto con la bolsa de laundry en la mano. Son las 11: 30 de la noche y el chino aúnt tiene puesto su uniforme. Aceleré el paso, a ver si podía echarle un vistazo a su cuarto antes de que cerrara la puerta. Pero justo cuando creí que lo había conseguido el chino la cerró, cuando subí la vista el chino me sonrió.
Da la casualidad que en la página de internet del lugar donde vivo han puesto fotos de algunos de los residentes. En una de las fotos grupales sale él. Esa es la foto que ahora comparto con ustedes Mimbrosos. El semestre que viene a ver si me siento con él y de una vez logro echarle un vistacito legal a su vida. Espero que no sea de los que vienen solo por un semestre. Si es así, lamento mucho haber perdido la oportunidad.

jueves, diciembre 07, 2006

Las vaginas hablan

Les juro que las vaginas de la mujeres les hablan a sus respectivas dueñas. No en todo momento y mucho menos en monólogos pero de vez en cuando indican su estado de ánimo. Avisan si existe depresión o no, si hay soledad, cuando tienen que ir al baño a janguear y cuando necesitan ir a la playa. En fin que las vaginas, como cualquier otro órgano importante de la mujer, habla y cuando decide hablar no se calla.
Mi amiga y yo decidimos ir a visitar un ginecólogo la semana pasada juntas pues hace tiempo que las dos no ibamos. Nos pusimos al día charlando mientras esperábamos que nos atendieran.
En la sala de espera a las 8:30 de la mañana descubrimos que nuestras vaginas tenían muchas cosas que decirle al universo. Digamos que eran cosas importantes que había que clarificarle a otras vaginas. Había que cuestionar por ejemplo porque una vagina se impone sobre otra! Bueno…dejen hacerles la historia entera.
Llegamos e hicimos los primeros dos turnos y al rato llegaron tres mujeres embarazadas que se sentaron junto a nosotras. Después de llenar los respectivos papeles y de suministrar nuestro plan médico, mi amiga casi sufre un ataque del corazón cuando se dio cuenta que en la mesita de la esquina no habia ni People, ni Cosmopolitan, ni Caras y mucho menos Vanity Fair. No había ni Vea!!!! Que clase de oficina de médico era ésta?!!!!
La cosa se puso bien fea cuando nos dimos cuenta que las pocas revistas que habían eran de “Parenting Today”, “Parents”, y “My kid is fuck up so i need this lousy magazine”. Eso provocó la primera discusión seria entre mi amiga y yo.
Juntas desarrollamos varias teorías sobre mujeres embarazadas. La primera surgió en ese momento y va algo así como: “las mujeres cuando se preñan tienen a olvidar que hay otras cosas que leer y que no se puede recostar de que ahora que son madres solo pueden leer de crianza”.
Nos llamaron, nos pesaron, nos tomaron la presión y a la hora de ver al médico pasaron a una embarazada primero. Evaluemos esto por un segundo. Si yo estaba haciendo el primer turno, no se supone que vaya primero? Si no es una emergencia…porque la pasas a ella? Es acaso mi vagina menos importante que la de ella?
Yo no sabía que había clases sociales de vaginas. Vaginas tan acomodadas socialmente que aplastan a las vaginas de abajo. Y si mimbrosos…ese día mi vagina aparentemente era una vagina obrera. Esto provocó el segundo punto importante: “Las mujeres embarazadas tienden a olvidar que existe un orden divino en la vida y que no debe haber división vaginal alguna. Todas son iguales!”.
No fue decirle a mi amiga ese punto porque ese día ella(o mejor dicho su vagina) tuvo mucho que decir. Habló de que el embarazo en Puerto Rico se trataba como si fuese una enfermedad por la que la sociedad tenía que sentir compasión. Habló de que ella tenía que ir al trabajo y que de seguro llegaría tarde, pues una embarazada le robó el turno. “Hay que cederles la silla, tratarlas como enfermas!!!!!!” me dijo con tono rabioso. Cuando traté de defender a la comunidad embarazada de mi país, mi amiga me habló de los estacionamientos en los malls de la isla, y supe que no había cosa que le dijera que la hiciera cambiar de opinión. Mi amiga y yo establecimos el tercer punto justo en ese momento: “Si estas preñada y quieres ir a Plaza y comprar pues a caminar se ha dicho…porque no es que estas impedida. Después de todo, fuiste tu la que quisiste quedar encinta”.

La verdad es que yo ya ni se quien fue que empezó todo esto. No se si fueron ellas o si fue la sociedad. Pero deben ser lo mismos mentirosos que dijeron que la maternidad es color de rosa y que el embarazo es una etapa sumamente feliz para TODAS las mujeres. Yo lo que sé es que la mamá de mi amiga trabajó todo su embarazo y tomó 20 pisi corres para poder llegar a su trabajo. No sé lo que mi mamá hizo exactamente en su embarazo, pero sé que estuvo de pie en las gradas de los Juegos Panamericanos todo el día bajo el sol durante el verano, un mes antes de que yo naciera.

Si es verdad que las vaginas hablan y que cuando hablan parece que no se callan. La mia es jodona, obrera, le gustan los deportes y cree en la libertad de expresión… como la de mi amiga, se cuestiona las cosas y lucha por un mundo mejor.