El Mimbre Despeinado

El sillón tiene algo que te pica. Cuando lo miras es un pelo de mimbre que se niega a volver a su sitio. No es rebeldía, es familia del plástico del sofá. El mimbre despeinado está fuera de lugar.

sábado, diciembre 16, 2006

El chino



Desde la primera vez que lo vi no pude quitarle los ojos de encima. Ya casi se está acabando el semestre y todavía de alguna manera extraña el chino me seduce. No, no hablo del seducir con connotaciones sexuales, sino del significado de seducir que se refiere a que una cosa te atrae de manera desproporcionada. Y no, no me refiero al atraer que se refiere a algo que te atrae porque te gusta. Aunque si, si me gusta, me gusta como me gustaba mirar los trasvestis de la 15 desde el carro a los diez años cuando salíamos de comer y le pedía a mis padres que me llevaran por Santurce para ver las putas. Mis padres me complacían. Pedía pasar por la calle varias veces, asegurarme que las veía a todas. 17 años después me pregunto por qué mis padres me complacían. Qué tipo de padres complacen a una niña que les pide ver putas? Qué tipo de niña pide ver putas? Pero de eso no se trata. Lo de las putas era porque cuando miro al chino este tengo una experiencia similar a la que tenía cuano veía las putas. Me parece fascinante, de poder me metería en su cuarto como mujer invisible a ver que hace cuando está solo.
El chino siempre come solo. En la cafeteria las mesas son enormes y generalmente aunque no quieras terminas comiendo con alguien y hablando de cualquier cosa con un extraño. Pero al chino nunca lo he visto hablando con nadie. En la mañana por lo general desayuna una dona o algún otro tipo de pastry dulce, un té y un trozo de cantaloupe y un vasito de jugo de china. Digo vasito, porque los vasos de la cafetería son particularmente pequeños y todos cogemos de dos a tres con nuestra comida. El chino no. El chino tampoco llena su bandeja de comida solo porque puede. Contrario a todos los demás al chino no lo tienta la posibilidad de coger cuanta comida le quepa en la bandeja. Contrario a mi el chino no tiene que dejar su wallet en una mesa mientras otra persona lo "vela" para que le quepa todo en la bandeja.
Cuando se sienta a comer acomoda la bandeja frente a él en perfecta linea paralela con la mesa. Organiza las cosas de la bandeja una a una y procede a comer. Come en bocados pequeños, observa la comida como si fuera la primera vez que ve cosa semejante. Mira cada bocadao antes de meterselo a laboca. Pero no mira con curiosidad, mira complacido. Esa es otra cosa del chino, aunque está solo siempre tiene una sonrisa pequeña en la cara. A veces (pocas) cuando soy particularmente productiva y organizada siento que tengo esa sonrisa. Es la sonrisa de complacencia y de paz de saber que has hecho lo mejor que puedes.
Le da un mordizco a su dona y la vuelve a poner en el plato. Entonces se toma un sorbo pequeño de su jugo.Sigue sonriendo. A todo esto el chino no mira para el frente, está concentrado en lo que hace, aunque sonríe.
Siempre tiene la camisa metida dentro del pantálón y una colección de plumas en el bolsillo de su camisa. Siempre anda planchadito y con correa. Se nota que se coge la universidad bien en serio. Como debe ser.
Un día estuve a punto de sentarme con el. Como siempre está solo pensé que de una ve podría matar la curiosidad. De que habla este chino? Sin embargo no lo hice. Pensé en otras veces en que me he sentado con "los desafortunados" y termino arrepintiéndome. Todas las noche en la cafeteria viene un viejito como de 90 años a comer, una vez me senté con el. A duras penas terminé mi comida, tenía mnuchas ganas de llorar. El viejo estaba tan contento de hablar conmigo. Juré no volverme a sentar con el, ahora lo evito. Soy muy mala persona, también soy sumamente impresionable.
Hace unos días el chino hablaba con una china. Aproveché y me les senté cerca. Para mi suerte hablaban en inglés. Ella era igual o más flaca que él. Hablaban de clases. No entendí bien. Pero los miré comer. Ella era igual de organizada que él. Se me sentó un conocido al lado que insistía en hablarme, tuve que parar de mirar al chino porque el conocido se dio cuenta de que no le estaba prestando mucha antención. Y debo admitir, que el conocido es my guapo. Así es el poder de seducción del chino.
Lo más que me llama la atención del chino es lo organizada que parece ser su vida. Admás de lo poco que parece importarle lo desorganizada que puede ser la vida de los demás. Debe ser sumamente productivo, y eso es algo que me gustaría saber como se logra.
De camino de dejarle un abrigo a una amiga vi al chino saliendo de su cuarto con la bolsa de laundry en la mano. Son las 11: 30 de la noche y el chino aúnt tiene puesto su uniforme. Aceleré el paso, a ver si podía echarle un vistazo a su cuarto antes de que cerrara la puerta. Pero justo cuando creí que lo había conseguido el chino la cerró, cuando subí la vista el chino me sonrió.
Da la casualidad que en la página de internet del lugar donde vivo han puesto fotos de algunos de los residentes. En una de las fotos grupales sale él. Esa es la foto que ahora comparto con ustedes Mimbrosos. El semestre que viene a ver si me siento con él y de una vez logro echarle un vistacito legal a su vida. Espero que no sea de los que vienen solo por un semestre. Si es así, lamento mucho haber perdido la oportunidad.