Casi pierdo la vida hoy. Estaba conduciendo mi carro por el puente Teodoro Moscoso mientras cantaba la canción mas reciente de Justin Timberlake titulada “What comes around goes around” cuando fallaron los frenos de mi carro. Me pasó como pasa en las películas y mi alma salió de mi cuerpo, me juzgó por no cambiarle los pads de freno a la guagua a tiempo, y regresó justo a tiempo para darme una segunda oportunidad de vida.
Es bien significativo lo que pasa por tu mente cuando estas a punto de morir. En mi caso, no vi un túnel, pero si la imagen de la corredora keniana Lornah Kiplagat sobre el puente despidiéndose de mi con cara de tristeza, mientras mi cuerpo caía lentamente sobre la laguna asquerosa con el sol amarillo de la tarde que tanto me gusta.
Con esta muerte inesperada me he dado cuenta de que hay muchas cosas que tengo que cambiar de mi. Cosas que no me agradan y con las que tengo que trabajar. Por ejemplo, me di cuenta que es indispensable poner a alguien(aunque sea a mi perro Manolo)en mi 401k. Sólo la idea de que no tendré a nadie que se beneficie de mis años de trabajo, me carcome por dentro. Y ese dinero, pues debe ir destinado al canino peludo que vive conmigo y quien ha sido constante en mi vida.
Por otro lado, me di cuenta de la importancia de volver a creer ciegamente en la gente no importa las desilusiones que uno haya tenido en el pasado. No en todos los que te rodean claro está, pero si en ese grupo selecto de amigos y familiares que de ahora en adelante los llamaré: los de acá.
Los que integran “los de acá” los puedo contar con los dedos de la mano. Cada uno tiene su personalidad, su morbo, su destreza y aportan cosas diferentes a mi vida. Uno cree en mi hasta la saciedad y siempre se siente orgulloso. Otra me ama y me cocina cada vez que con amor se lo pido. Hay una que me lee la mente todo el tiempo y que si no fuese porque es mayor que yo, seriamos gemelas. Una me hace reír a carcajadas desde que somos niñas. El otro ocupa mi mente todo el tiempo y me hace sonreír cuando mas lo necesito con sus constantes mimos.
Pensé también en las cosas que me faltan por hacer. Me gustaría tener una finquita con una casita de madera donde irme a mecerme en una hamaca en los días de lluvia y una casita de playa en Culebra para escaparme en los días de sol. Desde hoy es una prioridad aumentar la cantidad de abdominales que hago luego de correr, porque debo estar marcada una vez llegué al cielo. Quiero viajar con Brad Pitt y Angelina para hacer un mundo mejor y entrevistar a Britney en exclusiva para que conteste porque está tan jodida y poder sobarle la cabeza rapada. Quiero que el fotoperiodista James Nachtwey me regalé todas sus fotos blanco y negro para mi apartamento y que Sebastiao Salgado me invite a viajar con él y me ayude con mi problema de edición.
Pero sobre todo, quiero creer en que todos los días uno pueda hacer con su vida lo que quiera. Cambiarla o redirigirla si uno desea sin importar las consecuencias. Después de todo, solo se vive una vez y debe ser a plenitud.