El Mimbre Despeinado

El sillón tiene algo que te pica. Cuando lo miras es un pelo de mimbre que se niega a volver a su sitio. No es rebeldía, es familia del plástico del sofá. El mimbre despeinado está fuera de lugar.

martes, agosto 28, 2007

Pa Belkys de calle

El mejor amigo del hombre



"To err is human,
to forgive canine."


Dicen por ahí que el perro es el mejor amigo del hombre. Que uno de los atributos que lo hacen especial al resto de los animales, es su capacidad de complacer a su amo no importa lo que le cueste. Y con ecepcion a las 2.5 libras de carne molida que Manolo agarró del counter de la cocina una vez mientras yo corría, tengo que admitir que el tipo trata de complacerme todo el tiempo, al menos cuando se le antoja. Por él y por todos lo perritos del mundo que viven o que vivieron alguna vez en la calle es que escribo esta columna. Agarré su pañuelo mimbroso y prepárese para llorar.

Esta mañana me levanté como de costumbre a sacar a “mi pana” para que hiciera sus necesidades. Manolo estaba mas alerta de lo usual, olió la puerta en varias ocasiones indicándome que algo había detrás de ella y se colocó en posición de ataque guillándose de trujillano. Abrí la puerta y para mi sorpresa había un gatito persa de poco mas de dos meses en mi puerta cubierto por dos toallas sucias. A pesar de los ladridos desesperados de Manolo, que se parecen a los que Manolo Cintrón le hace a Angelo Reyes en el preolímpico, pude fijarme de que el gatito me miraba con cara de “me abandonaron”. Furiosa ante su abandono, con el gato en manos y agarrando con los dedos la correa que sujetaba a Manolo caminé a donde la administradora de mi condominio. Juntas determinamos un plan para salvar el gato y elaboramos otro maquiavélico para torturar al dueño si este aparecía. Con la debida aprobación de Manolo, metí al gato en su kennel , le puse periódicos y le di agua. De camino al trabajo pensaba en todos esos momentos en que en conversaciones con amigos y familiares tenía que defender mi posición una y otra vez sobre porque hay que esterilizar a un animal.




En Puerto Rico hay miles de perros y gatos en las calles. Mas del 60% de estos son tirados en la carreteras por su propios dueños bajo la creencia “ que sea problema de otro y no mío”. Mas de un 45% de los animales que están en lo albergues de la isla están ahí porque sus dueños no los quieren mas. Algunos, como mi perro Manolo, fueron perritos producto de perras paridas en la calles por falta de castración. Y esos perritos tendrán mas camadas, formando así una cadena que nunca termina.

Tener un perro en Puerto Rico se ha convertido en un símbolo de status social. Pagamos cientos de dólares por un perro de raza, porque dicen que se ven mas lindos y que son mejores. Los apareamos dos y tres veces para venderlos porque así les sacamos el dinero que invertimos en ellos, mientras pudimos haber salvado a uno de la calle.

Me fui en un viaje, lo sé,,,pero la causa lo amerita.

jueves, agosto 02, 2007

La noche en que Manolo se hizo Cangrejero



"Never let a win get to your head, or a loss to your heart"- Charles Barkley

Señores he llegado a donde siempre he querido estar. Ese espacio donde coexiste la realidad con la ficción. Me pesé esta mañana y es oficial, llegué a las 130 libras. Para algunas personas que leen esto mi peso puede verse como uno completamente normal considerando que mido 5 pies con siete pulgadas y media y que desde que soy chiquita me han dicho que “soy de huesos grandes” que es una manera suave de decir “eres tosquita”.
Menciono este logro porque hace exactamente dos años pesaba sesenta libras mas. A los que leen esta columna y sienten el mismo regocijo que yo, traten de contener sus lágrimas. A cambio les estaré sumamente agradecida sin en apoyo mandan un cheque con fondos pro ropa nueva.

Hoy celebré mi nuevo peso comiéndome unos tostones en una fonda al mediodía. La .5 libras que habré engordado haciendo esto, las correré mañana por la mañana. Así que como ven Mimbrosos, lo tengo todo fríamente calculado.

Pero hoy, no quiero hablar solo de mi peso, si no de esa capacidad de "guille" que todo ser humano puede manifestar. Esa proyección de superioridad que hasta ahora había sido una característica que solo le atribuía a los humanos y no a los caninos.
Estaba viendo anoche el juego final del baloncesto superior nacional. Como se han de imaginar Manolo, mi canino adorado se fue conmigo al futón a verlo. Me impresioné cuando el tipo se sentó perfectamente frente a la pantalla mientras Ismael Miranda cantaba el himno nacional. Mi perro estaba quieto como una esfinge egipcia, su cabeza estática en señal de respeto ecepto por un segundo en el que me miró y me juzgó por no hacer lo mismo por estar entretenida con mi computadora.

Cuando le tocó el turno de cantar el himno de Estados Unidos, estornudó como suele hacer cuando algo le incomoda, se bajó del mueble y decidió meterse al baño de la visita a dormir una siesta de diez minutos en señal de protesta. Cuando el juego comenzó sentí que nuevamente se incorporó al cuarto de la tele, y con cautela miraba a Larry Ayuso correr por toda la cancha. No solo Mano había seleccionado cual era su himno nacional, sino que ahora había decidido ser todo un cangrejero. Como pasa todas la noches en que me acuesto tarde, dormitaba entre punto y punto asegurándome de que los Capitanes ganaran el partido y como la ventaja de Santurce era tanta, en el primer parcial me quedé dormida. Veinte minutos mas tarde y para mi sorpresa, Manolo me levantó porque Arecibo se acercaba. Pachy había escuchado mis oraciones.

Después de varios minutos, llegó el tiempo extra. Grité como todo una capitana. Manolo atento a la tele estornudaba desaprobando cada movida de Arecibo. Llegó el dichoso canasto de tres puntos de Dalmau que marcó la diferencia. Quedaban solo segundos en el reloj. Manolo se paró en el futón, estiró su patas, bostezó como diciendo ”Larry hizo lo que le dije, hemos acabado con los capitanes” y se dirigió hacia la cocina moviendo su cola en señal de victoria y con el guille terrible de todo un cangrejero.