El Mimbre Despeinado

El sillón tiene algo que te pica. Cuando lo miras es un pelo de mimbre que se niega a volver a su sitio. No es rebeldía, es familia del plástico del sofá. El mimbre despeinado está fuera de lugar.

jueves, julio 26, 2007

Amor intercultural


Hay una fuerte correlación entre los siguientes hechos: en Estados Unidos cada vez hay más niños de etnicidad caucásica-asiática y el aumento de mujeres blancas que nunca se casarán. El motivo es fácil de entender para cualquier exiliado –se necesita un ojo imparcial- en Estados Unidos. Simple; las blancas son insoportables y los blancos son unos bobos.

Si a mi me preguntara yo diría que estas características son una bomba de tiempo, casi un designio divino diría yo, que explotará y extinguirá los caucásicos de la faz de la gran nación. Si insisten en preguntarme, los Estados Unidos le deben más de lo que piensan a Asia. Pero soy un ojo imparcial así que me mantengo al margen.

Obviamente esta columna es producto de mi cansancio luego de haber pasado todo el día en la biblioteca. Ya de noche, me es difícil atender mi trabajo y mis ojos empiezan a divagar y estudiar mi ecosistema. Frente a mí había una mesa vacía que fue ocupada por el blanco con su novia japonesa. Digo novia aunque no los conozco porque me resulta evidente la relación al estudiar la cara de estos personajes. No estaban agarrados de mano (obviamente!) pero el gringo tenía esa sonrisa de idiota complacido tan común entre los de su especie. La japonesa (yeeees! finalmente puedo distinguir, ya no le llamo a todos “chinos”) no parecía tan feliz. No estaba amargada, pero tampoco feliz. Son estoicas esas mujeres.

Ya me he fijado en otras ocasiones en esta mezcla étnica que amenaza con convertirse en la ‘minoría’ más poderosa de Estados Unidos. La mujer asiática es en cierta medida la ‘mamá’ de la relación. Hay amor, claro que sí, que madre no ama? Pero el amor no desborda pasión. Sus caras me hacen pensar (advertencia: a continuación un comentario sujetivo) que las pequeñas y delicadas individuas saben que hay un mundo mejor, pero entre el asiático que se parece a su padre, frío y controlador y el blanco con sonrisa de niño al cual le acaban de comprar su juguete favorito, escoge el niño. La situación de la mujer asiática en el amor me recuerda un poco a lo que siento cuando cambio estaciones radiales y encuentro solo dos con recepción clara. En una Diego Torres canta esa canción que tanto remite a Rosselló y en la otra los rokeros de Radio Universidad decidieron tener una noche punk para complacer a sus tres panas de Santa Rita. Termino convenciéndome de que me gusta Diego Torres e incluso, si no está lloviendo, termino tarareando la canción.

Atención!!! Ahora secretean, el ríe bajito mientras ella mueve su cabeza un poco para el lado y esboza una pequeña sonrisa, gesto emblemático del conformismo cuando se disfraza de condescendencia.

2 Comments:

At 12:42 p.m., Blogger Paola Suárez Ávila said...

Guaauuuu, un capitulo entero y todavia te dio tiempo para escribir en el blog con la espada desenvainada... eres mi idolo juvenil!!!

 
At 3:07 p.m., Anonymous Anónimo said...

..."ella mueve su cabeza un poco para el lado y esboza una pequeña sonrisa, gesto emblemático del conformismo cuando se disfraza de condescendencia..." Someone is becomming an american white bitch... eech!

 

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