El Mimbre Despeinado

El sillón tiene algo que te pica. Cuando lo miras es un pelo de mimbre que se niega a volver a su sitio. No es rebeldía, es familia del plástico del sofá. El mimbre despeinado está fuera de lugar.

martes, octubre 09, 2007

Adiós a la Super Mujer


"To Win a Knife Fight, You Must Be Willing to Be Stabbed"

Este año he creado un caparazón para lidiar con asuntos que no son nada fáciles. Es mas que un caparazón, es una concha gigante, hecha de acero inoxidable a prueba de terremotos, gritos, insultos y sobre todo mentiras.
Me meto en ella los lunes y no salgo hasta el sábado casi domingo para respirar aire fresquito que nunca está de más. El lunes en la madrugada me vuelvo a meter con el periódico de la semana para mantenerme entretenida. Mami lo llama mi síndrome de Super Mujer o Wonder Woman. La capacidad de creer que puedes contra todos y contra el mundo y salvar a los que necesitan de ti. El síndrome es peligroso porque consiste en creerte que jamás te caerás ante los demás, que debes ser perfecto y que tu deber sobre todo los demás, es cuidar a los tuyos. Dejas de cuidarte a ti, para cuidar al otro. Al cabo de varios meses bajo dicho síndrome empiezas a creer que los problemas que te rodean, no son solo tu responsabilidad, sino también tu culpa. Y por mas botas, gadgets y capa que te pongan en tu vestido ser una Wonder Woman puede ser un gran mojón. No hay otra forma de decirlo.




Mi nombre es Andrea Rompefuentes y me creo una super mujer.

Ser una WW (wonder woman) ha sido particularmente difícil para mi porque dudo de cuales son mis super poderes. Cuando me di cuenta de que no podía volar empecé a explorar la idea de poder congelar a todos lo que me rodean para que al frisarlos no me molestaran. No tuve mucha suerte tampoco con eso. Y aunque mama me lo diga y mis amigos confirmen de que en efecto soy una Wonder Woman la realidad es que aún no me lo creo mucho. Tal vez ahí es que radica mi debilidad. No creo que puedo combatir el mal y lo peor es que el enemigo lo sabe.
Los superhéroes como yo sufren de crisis de identidad cuando no tiene claro cuales son sus superpoderes. Estallan en irá, les dan arranques de celos, dudan de si mismos y se ahogan en un vaso de agua constantemente. Lloran por cualquier estímulo negativo y están supersensibles ante cualquier señalamiento que se les haga. No importa cuanto uno les diga de sus fortalezas, siempre dudan de ellas. Y a mi estos días me han quitado la magia para seguir siendo una super mujer. Renuncio.
Entre ustedes y yo mimbrosos, creo que es que me he cansado de serlo. Creo que 28 años es suficiente para probarle a otros lo que puedo hacer. Es hora de disfrutar de esas cosechas y alzar el vuelo. Quiero ser la chamaquita con el traje blanco en las manos de King Kong a la que recatan. No quiero ya rescatar a otros, que me recaten a mi. Me quitaré la capa de WW esta tarde como a las cinco. Que el látigo lo coja otro porque hay varios criminales por ahí a los que hay que callar.

1 Comments:

At 10:47 a.m., Anonymous Anónimo said...

La del traje blanco rescatada por King Kong es prima hermana de la novia del blog anterior. Ay! que complicado es todo!!!

 

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